“Necesito un cambio”, “estoy cansado de mi rutina”, “me apetece viajar”… seguramente estas tres frases te resulten muy familiares. Todos los que nos hemos planteado venir a Australia las hemos dicho alguna vez, y da la casualidad de que no nos conformamos con pequeños cambios, aquí venimos a soñar a lo grande.
Antes de dar el salto a la otra punta del mundo, hay tres cuestiones que me parecen clave a la hora de elegir el tipo de visado que necesitas y que marcarán directamente tus pasos a seguir: ¿Cuál sería el objetivo de tu viaje (estudiar, trabajar, hacer turismo)? ¿Qué edad tienes? ¿Por cuánto tiempo quieres venir?
Si tu idea es visitar el país como turista, seguramente solo quieras información directa sobre los requisitos para la Visitor Visa, que puedes encontrar aquí. Pero si tus dudas van más enfocadas a si elegir la Student (subclass 500) o la Work and Holiday Visa (subclass 462), los dos tipos de visados más frecuentes cuando vienes a Australia por primera vez, voy a intentar resolvértelas.
NOTA: Ten en cuenta que algunos datos de este artículo pueden variar dependiendo de la nacionalidad.
Work and Holiday Visa vs. Student Visa: ¿cuál es mejor?
Desde mi experiencia personal viniendo con una Work & Holiday Visa y basándome en las limitaciones que tienen las personas que vienen con una Student, te aconsejo que, si cumples los requisitos, te decantes por la primera. Si bien es cierto que hacer los trámites por nuestra cuenta a veces se nos hace un poco bola y siempre es mejor que alguien experto los haga por nosotros (como es el caso de las Student Visa con las agencias de estudiantes), a día de hoy no hay nada que no se encuentre en Internet.
¿Qué beneficios tiene este visado de trabajo respecto al visado de estudiante? Lo primero, el precio: mientras que el primero son 650 dólares australianos, el segundo asciende a 1.600 + lo que debas pagar por el curso que elijas, que no son baratos. El segundo y mayor beneficio (a mi parecer) es la flexibilidad. Con el visado de trabajo no tienes límite de horas trabajadas y puedes moverte cuando y a donde quieras, ya que no tienes la obligación de asistir a clases. Por contra, el visado de estudiante te “ata” a la ubicación de tu escuela, requiere asistencia obligatoria y te limita las horas de trabajo a 24 semanales, por lo que no vas a poder moverte libremente y solo vas a poder trabajar 40 horas cuando tengas vacaciones.
¿Y cuáles son, a grandes rasgos, los principales requisitos? Si tienes pasaporte español, debes saber que solo puedes solicitar la Work & Holiday Visa hasta tu último día de los 30 (o lo que es lo mismo, hasta un día antes de tu 31 cumpleaños), por lo que si tienes algún añito más, directamente debes plantearte otra opción. Aparte de esto, te piden al menos 2 años de estudios superiores y un nivel intermedio-alto de inglés, con un certificado oficial expedido hace menos de 1 año (para información más detallada, haz clic aquí).
Si ves que no eres “apto” para solicitar este visado de trabajo o sigues en duda con la Student, hay que decir que esta también tiene sus cositas buenas. Para empezar, no existe edad límite, no piden nivel mínimo de inglés y, dependiendo del curso que hagas, puede abrirte puertas luego en el mundo laboral australiano. Además, como ya he comentado más arriba, las agencias de estudiantes suelen ser de gran apoyo y te ayudan o directamente se encargan de realizar todos los trámites por ti de forma gratuita, muchas veces no solo del visado, sino de otros como la tarjeta SIM por ejemplo, por lo que te desentiendes bastante de estos procesos tan aburridos y tediosos. Por si esto fuera poco, a nivel social, cuando estás más perdido que Dory, asistir a clases y a los eventos que organizan las propias agencias es una buena forma de conocer a gente. Y, ya por último, aunque depende de cada caso, ¡la Student Visa suelen tardar menos tiempo en aprobarla!
De hecho, hasta hace poco, esta última era la opción más rápida para venir (si hablamos entre un visado de estudiante y otro de trabajo), ya que las aprobaban al instante, pero en julio de 2024 han cambiado las reglas del juego y se han puesto bastante estrictos con la entrada de inmigrantes, han reducido el número de visados y los procesos de aprobación están tardando un poco más de la cuenta. Lo bueno se hace esperar dicen… 😉
En resumen, si comparamos estos dos visados, los pros y contras quedarían más o menos así:
Si aún con todo ninguno de ellos te convence, informarte que hay otros un poco más complejos pero que igual se adaptan más a ti, como es la Graduated, la Sponsor o la Skilled Visa, entre muchas otras. Y, si vienes en pareja, también tienes la opción de la Partner Visa.
¿Qué ciudad de Australia elijo?
Después de tener claro con qué visado quieres poner un pie en las Antípodas, lo más importante es decidir en qué lugar de toda Australia quieres empezar la aventura. Y no es tarea sencilla muchas veces… Si vienes con agencia, tus opciones están reducidas a los destinos de las escuelas, pero si vienes con la W&H el abanico de posibilidades se agranda y se complica a la vez, porque, amigos, ¡este país es ENORME!
En este punto, lo que debes preguntarte es: Del 1 al 10, ¿cuánto te importa el clima? ¿Te gustan las grandes ciudades o prefieres algo más pequeño? ¿Llevas una vida tranquila o te encanta salir de fiesta? ¿Haces surf?
Si eres como yo que no soportas el frío helado, buscas una temperatura cálida todo el año y necesitas ver el sol prácticamente todos los días de tu vida, mi recomendación es que te vayas a Gold Coast, Byron Bay, Brisbane o Noosa. Por si te sirve de ayuda, yo elegí empezar en Coolangatta, en Gold Coast (Queensland), un suburbio muy bonito con mucho surf y mucho ambiente australiano, y que limita directamente con Nueva Gales del Sur, de hecho está ubicado a una hora en coche de Byron Bay. Este último a mi parecer está sobrepoblado y a veces sobrevalorado, pero si te gusta el rollito alternativo, el surf y quieres vivir en un sitio donde tengas todo en uno (trabajo, fiesta y paisajes), te digo que pruebes suerte allí. Hay un ambiente joven y muy buena energía. Lo mismo pasa con Noosa. Seguramente sea la que menos te suena porque es la menos conocida fuera de Australia, pero es uno de mis “rincones” favoritos y siempre he dicho que me gustaría vivir allí algún día. Busca fotos porque te vas a enamorar… Lo único que tiene de “malo” es que está un poco alejada del resto de sitios si lo que te gusta es moverte por lugares diferentes de vez en cuando. Por último, si quieres buen clima y una gran ciudad, entonces tu lugar es Brisbane, aunque debo decirte que la principal actividad está alrededor del río y no del mar, por lo que, si buscas surf, no haréis buen “match”.
Siguiendo con las grandes ciudades, seguramente se te haya pasado por la cabeza Melbourne, Sídney y Perth. De estas tres, las que tienen mejor clima son la segunda y la última. De Melbourne se dice que pasas por las 4 estaciones del año cada día, por lo que vas a tener que cargar casi siempre con paraguas y chaqueta. Pero lo bueno es que es la más cultural de todas, hay muchos planes todos los días, gente de todo tipo y mucho ambiente. Al igual que Brisbane, la principal actividad se hace al lado del río, no tanto cerca del mar, aunque algo de surf sí que puedes encontrar. Sídney para mí tiene dos caras: la tranquila (Northern Beaches) y la ajetreada (el CBD, la zona centro), entonces encaja de primeras con todo el mundo. Dicen que las Northern Beaches es una de las mejores zonas donde vivir, tienes surf y a mí expresamente Manly me robó el corazoncito. Yéndonos a la zona oeste, Perth es la menos poblada de todas y la razón no es otra que por estar apartada de todo. Lo mismo que pasa con Noosa (pero todavía más a gran escala), sucede con esta gran ciudad: si eres de lo que les gusta moverse, en coche lo vas a tener complicado porque las distancias entre los sitios son enormes. Eso sí, quien ha estado (no es mi caso) dice que le ha gustado mucho y tiene cerca playas preciosas.
Si te gusta el buen surf y buenas playas pero en lugares más pequeños y menos poblados que Coolangatta, Noosa, Byron Bay o las Northern Beaches, echa un vistazo a Margaret River, Exmouth y Torquay. Yo personalmente todavía no he estado pero he escuchado hablar maravillas de ellos. 😉
Ya por acabar, supongo que si has leído hasta aquí estás bastante interesad@ en iniciar este gran viaje que te va a cambiar la vida (y yo te animo a ello), pero no está de más recordar algunos contras que tiene y que hay que tener en cuenta. Y es que este país está MUY lejos (y los billetes son muy caros), no vas a poder volver a casa cada vez que tengas un bajoncito y la vida nunca es tan maravillosa como te la pintan. Como yo suelo decir: cada uno tiene una experiencia completamente diferente. En mi caso, aún teniendo un nivel intermedio de inglés y muchas ganas de venir, me costó mucho adaptarme y entender el acento (“slang”) de aquí, he vivido situaciones bastante racistas (porque “ese” tipo de gente está por todos lados) y he querido abandonar más de una vez. Aún así, volvería a tomar esta decisión infinitas veces más y todo ha merecido la pena para llegar a donde estoy. Con esto me refiero a que seas realista, valores esta decisión también con sus partes negativas y si tu balanza todavía se inclina más hacia la parte del “hazlo”, juntes las fuerzas que haga falta para venir. Que nadie te intente convencer de lo contrario, “el único sueño imposible es el que nunca comienzas”… ¡Nos vemos pronto por aquí!